12.16.2010

Things that life gave to me; La lista


1- La primera vez que me tomé un helado.
Me crié en el norte de Europa, y era realmente raro que tomáramos algún alimento frío. Pero, más tarde, cuando me mudé al sur y llegó el verano, comencé a explorar esa franja gastronómica hasta el momento desconocida.
Cuando llegué a aquel pueblo gallego, conocí a Helena y a Ángela. Ellas fueron quienes, el primer día de verano, me llevaron a una cafetería y me obligaron a probar el helado. 
Pedí uno de vainilla. Lo mordí y un escalofrío me recorrió de arriba a abajo. Era extremadamente dulce y eso, aún no se porqué, pero me hizo sonreír.
Era la cosa más deliciosa que había tomado hasta el momento. Ese fue el día en el que descubrí que si tomo azúcar en exceso más tarde de las cinco de la tarde, no dormiré hasta las dos o las tres de la madrugada. Como de costumbre, me puse el pijama, y a las once en punto estuve puntual en mi dormitorio. Pero no paraba de revolverme en la cama. Como no podía dormir, me levanté y fui a la cocina, armando tal escándalo, que desperté a mis dos amigas. Nos pasamos toda la noche riéndonos como niñas y viendo la teletienda, mezclada con alguna que otra película de serie B. Como volvimos a comer helado y me sucedió exactamente lo mismo, en vez de tomarlo de postre, en casa lo tomamos en el desayuno.