5.15.2009

La historia de Orejitas

Todos y todas hemos oído o leído un relato corto o largo sobre un payaso triste, un domador cobarde o cualquier otro personaje del circo. Pero seguro que nunca habéis oído hablar de mí.
Me llamo Orejitas, y vivo en esta carpa esperando a que alguien narre mi historia.
Bueno, estoy atrapado en este relato de 1º de E.S.O. y, en fin espero que disfrutéis.
Todo comenzó un tres de septiembre.
Yo aún vivía en el pueblo. Pero aquel día llegó un circo muy famoso a la ciudad, y se anunció hasta en el árbol en el que yo me alojaba. Mi vecina, la ardilla, me invitó a acompañarla.
Una vez en la gran ciudad buscamos una pequeña carpa de colores, pero para nuestra sorpresa, la carpa no era especialmente pequeña, y una vez dentro nos perdimos con facilidad .Fuí a parar a un camerino, concretamente al de un mago. Cansado de buscar me dormí en un bonito sombrero de copa.
Tan bien dormí, que al día siguiente, aún seguía allí .Pero de pronto alguien dijo:
-Abracadabra. Un, dos tres… ¡Sal conejo!
Y me agarró de mis preciosas orejas. Aproveché ese instante para echar un vistazo de mi vecina, pero no encontré ni rastro.
Me sumergieron de nuevo el sombrero y pasado un rato, el mago me hizo un trato para que me quedara en el circo.
Antes de cerrar al trato le envié una carta a mi amiga la ardilla.
Medité, medité y acabé por pensar que en mis ratos libres podría subirme a las nubes con la trapecista, escuchar los ensayos del payaso, aparte de disfrutar de varias zanahorias diarias.
Finalmente, acepté y aquí acaba la historia de cómo me convertí en la estrella más mona del circo. (A excepción del orangután)
aTTo: IcI!

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