4.30.2010

Yo me sumo!!

¡¡Ya está!! Ok, hoy, día Viernes, 30 de Abril de 2010, empiezo el reto. Aún no he elegido bien todos los libros que voy a leer, pero creo que lo conseguiré.
Bueno, en  cuanto tenga el primer libro leído, os haré el resumen.=D
A parte, con motivo del día del libro tengo 40 euros en libros, así que voy a empezar el reto con buen pié.
Ah... ¡SoonRíeee! (Vengaa, que nadie miraa)
JeeJee!!! Un saludooo a.... Lauuu, Proome!!!

4.17.2010

¿Eres realmente quien tu crees? Anotaciones en cursiva

Todos los relatos tenian que comenzar como el libro "La metamorfosis" del conocidísimo Fank Kafka (Se escribe así, verdad??).
Un día, después de un sueño inquieto, se despertó convertido en si mismo. Si, si, en si mismo, en los baños del viejo conservatorio. Salió de ellos y se orientó a tientas por la oscuridad. A través de las ventanas, tenía una oscurecida vista del bosque. El viento silbaba entre los árboles. Se encontraba en el primer piso, junto al estudio de danza y la secretaría. Corrió hacia las puertas y trató de abrirlas, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles. Escuchó un crujido y se asustó de tal forma que subió las escaleras a toda prisa. Pronto, llegó al segundo nivel. La clase de solfeo a su derecha y a su izquierda otra gran sala de custodia de instrumentos. Escuchó una melodía interpretada por un violoncello, acompañado por una flauta travesera. Miró a través de los cristales de la puerta. El arco se movía solo y las llaves de la flauta eran pulsadas sin que él advirtiese mano alguna. Reconoció la melodía en seguida; La Paraelisa. ¿Se escribe así?
Junto con la paupérrima iluminación, la escena resultaba siniestra. Lentamente, subió a la tercera planta sin perder de vista aquel piso. Finalmente entró en el despacho del director.
Aquí no comienza un nuevo párrafo, pero el resto lo escribí de cabeza, pues solo hize el borrador hasta cierto punto. Se ajusta mucho a la realidad porque lo escribí después de abandonar la sala.
Al fondo de la habitación había un espejo, justo en el centro de la pared, en el que curiosamente no lograba ver su reflejo. De repente un muchachó salió del baño y gritó al verle. Él sintió una fuerte presión en el pecho y se desplomó. El otro muchacho escapó escaleras abajo.
Al día siguiente, nuestro protagonista leyó en la prensa:"Guillermo López afirma haber visto perder el conocimiento al famoso "fantasma musical" que habita en el viejo conservatorio".
Él comprendió que se había convertido en un monstruo, y echó a llorar.

Aparecemos en La Opinión!!!

Ayer tuvo lugar el concurso de coca-cola: Jóvenes Talentos en El Liceo La Paz, colegio de a Coruña. Hoy, he buscado y buscado noticia sobre el evento, y saliiimos!! =D
http://agenda.laopinioncoruna.es/articulos/23-mas-ocio/1133-los-escritores-del-futuro-demuestran-su-talento-
xD
Buueno, os subo el relato a continuación.
¡¡Buenos días!!

4.09.2010

Y llega la nostálgica magia de la primavera

Ya anhelo los primeros días de levantarse por la mañana sin obligaciones, espero inquieta la tardes en Ezcaray, y deseo empezar de nuevo mis vacaciones, con muchas cosas que contar, mucho que escuchar y otro tanto madurado. Es lo bueno de ser adolescente, a cada verano, ya has madurado un poquito más, y cada poco tu perspectiva cambia., y si antes mirabas hacia atrás ahora hacia delante... para mi es como un periodo de definición de personalidad, algo muy mío. Algo que cambia tu punto de perspectiva, hasta que lo alcanzas y te decides.

4.02.2010

Hadas Acuáticas

Yo tenía siete años y era una exploradora en condiciones. Y cuando nos dieron las vacaciones en el colegio, preparé una mochila, me la cargué a mis pequeños hombros y me dirigí al bosque.
Yo, más feliz que unas castañuelas, encesté mi equipaje en un árbol medio hueco. El caso, es que aún que estábamos en Junio, se puso a llover de repente y me tuve que refugiar en el árbol.
Llovió durante unos diez minutos. Por fin, cuando paró pude disfrutar del bosque, me comí el bocadillo. Eché un vistazo al suelo. Estaba húmedo y por consiguiente, mis zapatos, encharcados. Me reí, los zarandeé y gotitas de agua salieron despedidas.
Antes de que me diera cuenta, puntos blancos y muy pequeñitos flotaban en el aire.
Extendí la mano, y un punto banco se posó en ella.
-Hola puntito.-saludé
-Eh! ¡Llámame por mi nombre, niña insolente!
-Eh! ¡Llámame por mi nombre, puntito insolente!- repetí, aunque no sabía lo que
significaba aquel adjetivo.
-Lo que me faltaba.- murmuró
-¿Qué te faltaba?- pregunté
-Nada, es una frase hecha, niña- me espetó
-Ah, vale. Mamá cuando dice eso es que no encuentra las llaves.
-No me importa tu vida privada.-gruñó
-Pero a mí si.-Le dije, con toda claridad.
-Lo suponía.
-Y dime, puntito, ¿qué haces tu aquí en el bosquecillo?
-No soy un “puntito”.Para que te enteres, soy un hada.- se sinceró
-No, tú eres claramente un puntito blanco muy pequeñito.- le contradije
-No, soy un hada.-me negó
-Las hadas solo existen cuando abres un cuento. Eres un puntito.-aclaré
-Hada
-Puntito
-Hada
-¡Puntitoooooooooooooo!
-Vale, lo que tú quieras. Soy un puntito que se llama hada acuática.-dijo, dándome la razón.
-¿Ves cómo tenía razón?- me reafirmé con mucho retintín.
-Por supuesto.-me siguió la corriente.
-¿Pero que haces en el bosque?-repetí
-Mejor dicho, ¿qué haces TÚ en el bosque?
-Merendar. Son las seis y media, ¿Los puntitos merendáis?-respondí.
-Claro que no, listilla.-dijo- Estoy volando. Por fin, las gotas de agua nos han proporcionado energía suficiente, como para poder volar.
-Ya, ya….Las gotas de aguas se e-fa-po-ran. No ayudan a puntitos respondones como tú.
-Ah, claro… ¿Quieres saber lo que sucede en realidad?-jugueteó con mi
curiosidad
-Ya la sé. Fue un tostón, pero al final me aprendí los chichos del agua.
-Serán los ciclos.-corrigió
-Pues eso, chichos.
-Déjalo.- me cortó
-Vale. ¿Me cuentas eso de los chichos de agua de cuentillo de hada?
-Verás, a nosotras, las hadas acuáticas, nos forma el rocío que no utilizan las hadas que ya existen. Y acumulamos agua, hasta que podemos volar, y ser libres,
podemos disfrutar de los alrededores. Un día llega la hora, y ascendemos, a las
nubes, después, volvemos a caer en forma de agua.
-Oh-susurré.
-Yo me llamo Godofreda. ¿Tú?- se presentó
-Yo soy Uxía. –le dije
Entonces me di cuenta de que estaba oscureciendo.
-Godofredita, tengo que irme a casa. ¿Estarás mañana?-empecé a despedirme
-Si, pero no se donde.
-¿Podrías quedarte en esta árbol? Mañana por la mañana estaré aquí sin falta.
prometí, poniéndome la mochila.
-Claro.
-Perfecto. ¡Hasta mañana!-grité mientras corría hacia casa
-Adiós.-se despidió
Como era de esperar, a la mañana siguiente, estuve allí sin falta. Pasaron los días, y nos llevábamos muy bien. Pero llegó un día en el que como cada mañana, la fui a visitar. Hacía tanto calor, que llevé dos polos de naranja.
-¿Godofreda?-la llamé
Silencio absoluto.
-¿Godofreda?-repetí
Nada, ni el viento susurraba, ni ningún hada revoloteaba.
-¿GODOFREDA?-Grité
Un polo al suelo.
-¡Mecachis!-Exclamé, fastidiada.
Pensé que a lo mejor se había enfadado conmigo. Así que me fui, y volví por la
tarde.
-¿Godofreda? ¿Estás enfadada?-chillé
Nada. Y comprendí, que ella se había convertido en una nube.
-¿Go…godofredita?-susurré, llorando.
Se había marchado. En aquel momento, no sabía que no lo había hecho a propósito, así que me enfadé con el bosque y con las pobres petunias del jardín.
Era de esperar, que ellas pagaron mi ira. Y después yo pagué por ellas, plantando
otras petunias nuevas.
Odiaba a Godofreda por todo lo que me había hecho. Dejarme tirada.
La misma noche de la catástrofe de las flores del jardín, me asomé por la ventana.
-¿Godofreda?
Y otro puntito blanco se desperezó. Había estado durmiendo en mi ventana. Me
dijo:
-¿Conoces a Godofreda?
-Así es. Soy Uxía...-declaré
-Yo Honorinda. Un placer. ¿No sabrás donde está, verdad?
-No. Se marchó, la odio, me ha dejado aquí sola, y se ha ido con sus amiguitas.
-¿Dónde la conociste?-preguntó
-En el Bosque.-respondí
-Gracias. Ah, ella no te ha dejado, se la han llevado.
-¿La vas a ir a buscar? -pregunté entusiasmada
-Claro que no. Es mayorcita, que se cuide ella.
-Jo…
Entonces una lágrima recorrió mi mejilla al saber que no la volvería a ver. Nunca...
-Eh, eh, no llores. Si esa gota me tocara, se me empaparían las alas. No volvería a volar en mi vida.
-Es que… si no la encuentro…-balbuceé
-¿Si te la busco, me dejarás dormir dentro, y no llorarás?-me ofreció.
-Pues…sí.-Dije, secándome las lágrimas
Ascendió, y yo entrecerré la ventana. Me senté a esperar. Tardó dos horas y trece
minutos, pero volvió con ella.
-Hola Uxia. - me saludó Honorinda- Aquí está.
-¡Godofreda!
-¿Te conozco?-me dijo ella.
-Pe…pero...s…si tú eras mi amiga.
-Ya, ¿Rinda, seguro que la conozco?- pregunto a su compañera
-Ni idea.-susurró
-Mira, niña, si te he conocido, y como tú dices, hemos sido amigas, ya no me acuerdo. Cuando pasamos a formar parte de una nube, toda la memoria sobre
nuestras vivencias en tierra, son olvidadas. Lo siento mucho.
-¿Problema solucionado?-Pregunto la tal “Rinda”
-Por mí si.-Dijo Godofredita.- Adiós.
Los días siguientes fueron eternos. Se hizo Agosto y sin haber superado aquello,me fui al bosque.
Me senté, y jugué a dar vueltas a un palo de madera.
-¿Uxía?- preguntó una vocecilla
-¿Quién eres?-Dije
-Godofreda.
-¿Qué? ¿Pero como? ¿Pero? ¿Pero? ¿Pero?-Pregunté
-Llevo aquí mucho tiempo. Escondida, luchando contra la evaporación. Pasé un
día semi-evaporada y al día siguiente, al recobrar de nuevo mi forma no te vi.
-Oh, no sabes….Pero tu…Fuiste nube…Y…Rinda….
-¿Rinda? ¿Quien?
-Oh… fue otra….
-¿Qué?
-Un hada me dijo que no se acordaba de mí. Era una tocaya tuya...
-Ahhh.
A partir de ese día, todas las noches, se venía a casa, (no tenemos deshumidificador) donde no tenía que hacer esfuerzos por no evaporarse, y dormíamos juntas, me contaba historias, y caminábamos hacia el bosque. Todos los días. Hasta hoy.