Aparece verde en escena. Misma postura, después de encender las luces de repente.
Verde: Mmmm, mi sueño... No recuerdo haber tenido ningún sueño cuando era pequeño. Es un poco triste, pero no.
Verde: Quizás...¡sí! Ya me acuerdo. Una vez, vimos a un músico que se puso a tocar en medio de la calle. Yo adoraba aquel sonido. Pero se metieron conmigo, porque ¿cómo voy a tocar yo un instrumento? Las ideas de cuando era pequeño eran siempre descabelladas.
Se vuelve a apagar la luz. Misma postura y sale roja, como siempre, vestida de rojo.
Roja: Una pregunta sencilla. Siempre quise ser pintora de paredes. Me parecía que las casas eran muy aburridas, y yo quería pintarlas de miles de colores.
Hace una pequeña pausa
Roja: Pero, no me habría salido rentable el negocio. Así que me dediqué a otra cosa. También recuerdo que quise ser profesora. Pero eso ya es más típico. Todas las niñas de mi clase querían ser, o profesoras o modelos de pasarela. Yo sólo elegí lo que más razonable me pareció.
Aparece Verde en escena con postura de muñeco de paso de peatones. Vestido o vestida de verde, le habla al público.
Verde:¿Y me preguntas qué es lo que más me aburre de mi vida? Eso lo tengo clarísimo. La monotomía.
Verde:Me levanto cada mañana, me visto y voy a trabajar. Trabajo sin descanso. ¿Y quién demonios me lo agradece? Nadie. A nadie le preocupa verde. A nadie...
Se apagan las luces. Aparece Roja en la misma postura.
Roja: pone cara pensativa Lo que más me aburre es que la gente siempre se enfada al verme. Es extraño como nunca nadie me mira y me pone buena cara. Poneos en mi lugar. ¿No es estresante tener que hacer a diario un trabajo en el que nadie es amable contigo?
Roja: Además, aunque hubiera alguien que me mostrase una sonrisa, no se pararía mucho tiempo. Cada vez que vuelvo a trabajar, veo a gente nueva.
Se apagan las luces.
(Mañana otra de las preguntas de la obra)

Estrenamos plantilla: Es más sencilla y no tiene errores en la fecha de publicación.
Y también estrenamos página en facebook. Esperemos que os gusten estos nuevos cambios!
Un saludo,
¡Ah! ¡También está la nueva firma!
Cuando Ángela era pequeña, tenía un miedo terrible a dormir con la puerta del armario abierta. Su madre, para que la pequeña lo superara, la obligó a enfrentarse a su miedo.
Ángela, cada noche, cuando su madre se dormía, cerraba la puerta, y cada mañana, antes de que se levantase, la abría de nuevo. Su madre, que no tardó en darse cuenta de las trampas de la criatura, tomo medidas drásticas y decidió irse a dormir a la habitación de su hija.
Tras una semana de experimento, la madre averiguó que cuando dejaba la puerta abierta, la muchacha tenía pesadillas. Inclusó, un buen día que se despertó a media noche, por los chillidos de la chiquilla, cerró la puerta, y en el momento exacto en el que soltó el picaporte, los gritos cesaron.